Tela para cortar
Alexander Serrano es un diseñador y docente de modas que ha dedicado su vida a la industria textil a través de diferentes enfoques. Su extensa experiencia le ha permitido conocer de primera mano los retos que representa la confección de prendas para los jóvenes diseñadores colombianos, así como las oportunidades que ofrecen las alternativas como el upcycling.
Alexander Serrano, “Alex” para sus amigos y “profe Alex” para sus estudiantes, habla acerca de la moda con un cariño especial, como quien intenta describir un amigo cercano en una conversación. La conoce, sabe de sus defectos, conoce sus problemas y procura ayudar a que otros entiendan su esencia. Durante poco más de 22 años Alexander se ha dedicado a construir a través de la moda, a inspirar y a ayudar a quienes creen que la ropa es mucho más que una tela o un accesorio que se usa, sino que más bien es una creación, un estilo de vida y una manera de contar historias.
Su labor incluye dos décadas de docencia en el programa de diseño de modas de la Universidad ECCI (Escuela Colombiana de Carreras Intermedias), así como su trabajo de asesoría en diversas colecciones de modas, emprendimientos de indumentarias en la industria textil y la realización de análisis del consumidor de moda. Es un profesional que comprende personalmente los intereses de quienes están detrás de las cerca de 6.500 empresas de la industria textil y de la moda colombiana, que según un estudio realizado por la EAE Business School, genera en promedio un millón de empleos directos e indirectos en el país.
La carrera del profe Alex se enmarca en un sector formado por una industria llena de contrastes y posibilidades creativas, las cuales les permite a los diseñadores y productores de textiles experimentar con sus productos para buscar alternativas creativas, que les den un valor extra a sus prendas, pero que a la vez busquen disminuir el impacto negativo que puede tener la moda, como por ejemplo la cantidad de desechos que genera la fabricación al moverse en las dinámicas del fast fashion. El upcycling surge como una alternativa interesante, la posición de la industria tradicional al respecto de estos temas puede ser variada y controversial, como lo explica Alexander.
Foto cortesía de: Alexander Serrano
El fast fashion es un fenómeno mundial, organizaciones como Green Peace estiman que el 50% de la ropa que fabrican las grandes cadenas de ropa internacionales, acaba en la basura en menos de un año. ¿Cómo se puede hacer frente a esta problemática desde el rol de diseñador?
Hay que entender que el fast fashion es generado por la gran industria de la moda, la del exterior, que cambió la forma en que se sacan colecciones y el ritmo en que se sacan. Pero al final la industria de la moda, a pesar de que genera contaminación, también genera mucho empleo. Entonces piensa que cuando alguien estudia una carrera como diseño de modas, uno de los principales objetivos de un diseñador es generar su propia empresa para generar empleo, para subsistir como su proyecto de vida, entonces se necesita vender y entrar en dinámicas actuales como el fast fashion. Mi posición frente al tema es que más allá de que la gente la compre, consuma o no, hay que asimilar dentro de los procesos de producción de moda otras estrategias menos contaminantes.
En ese sentido, ¿Cómo pueden competir un emprendedor o productor local ante las grandes industrias al querer implementar otras estrategias menos contaminantes?
Precisamente ahí es donde entra la innovación, si bien es importante el consumo de la ropa, estoy a favor de que debemos ser sostenibles y que dentro de los emprendimientos colombianos tenemos que marcar la diferencia en cómo estamos haciendo nuestros productos y cómo no solamente los hacemos, sino cómo dentro de esa cadena de valor de la moda, nosotros estamos aportando a un planeta y a una producción más sostenible con el medio ambiente. Así se pueden sacar buenas colecciones que sean menos contaminantes.
¿Hay algún ejemplo de colecciones de este tipo que se le ocurra en este momento y en las que haya participado?
Sí, precisamente una que hice con suprareciclaje [upcycling] que fue inspirada en todo el concepto del movimiento Kitsch. La colección fue realizada con un grupo de estudiantes y fue un éxito visualmente, llamó mucho la atención porque se les dio un segundo uso a prendas que ya se creían inservibles. La colección se donó al banco de ropa de la corporación Minuto de Dios y contamos con el apoyo del SENA para su realización. Aunque casi siempre el suprareciclaje es con moda emergente, que es independiente, es decir que no sigue muchas tendencias y es muy libre en sus procesos de creación.
Hablando del upcycling, ¿Cree que los diseñadores colombianos pueden ofrecer productos de valor a través de esta técnica?
Sí, de hecho, yo pienso que aquí hay algo muy valioso en el producto colombiano que de hecho se debe rescatar y es la tradición. ¿Por qué? Porque son procesos que de alguna manera tienen una producción más sostenible con el medio ambiente, con todo lo que son los procesos artesanales, la tradición artesanal, la cultura. Es un valor que de alguna manera nos hace diferentes, porque lo demás es la moda comercial tradicional, lo artesanal pienso que puede llegar a ser un factor diferencial de la moda colombiana y se ajusta a lo que es el upcycling. El diseñador debe que enfocar esos procesos hacia un producto comercial que se venda, que la gente valore.
¿Considera que ese factor diferencial puede ser que se generen piezas únicas?
Sí, de hecho, hay referentes de diseñadores que actualmente trabajan el tema de darle valor a prendas de segunda mano que se vuelven piezas únicas, ese valor es fundamental a nivel creativo y probablemente la gente lo puede apreciar más y comprarlas. El valor de que sea único puede hacer que la gente busque ropa así porque la moda se tiene que seguir consumiendo, la vamos a seguir consumiendo porque es un producto de primera necesidad, pero también existen estos procesos limpios y modelos como la economía circular que podemos integrar a nuestra cadena de valor.
¿Cómo se pueden potenciar estos procesos de fabricación para que los productos sean competitivos usando técnicas como el upcycling?
Una de las formas de potenciar es que las grandes marcas colombianas que son más influenciadoras realmente asuman estos procesos también dentro de la producción de sus colecciones. También creo que se puede potenciar de muchas formas políticas, a través de las entidades que pueden fomentarlo como el gobierno u otras instituciones. Por ejemplo, acá en la universidad tenemos una política a nivel del programa de diseño de modas en la que le decimos a los estudiantes que dentro de sus colecciones finales utilicen por lo menos el 30% de material de segunda mano, reciclado. Entonces eso puede ser un ejemplo de cómo también se pueden tomar acciones desde las entidades, organizaciones, hasta los mismos diseñadores pueden generar sus propias políticas sostenibles.
¿Tiene algo que decirles a los diseñadores colombianos que pueden estar interesados en incorporar estos procesos de fabricación que se distancian de la industria de la moda tradicional?
Pienso que hay una falta de conciencia en mucha gente porque se habla de sostenibilidad como una tendencia, como una moda, pero realmente dentro de nuestro cotidiano vivir uno se da cuenta que nuestras propias prácticas son insostenibles. Desde nuestra profesión, pienso que tiene que ser parte de nuestra responsabilidad, es parte de nuestro propósito, no solamente como profesionales sino como personas, pensar en el aquí, en el ahora de del planeta y en las futuras generaciones. Los diseñadores de modas podemos ponernos la camiseta y fomentar esta práctica que básicamente se puede aplicar no solamente a la moda, sino a cualquier residuo que se pueda volver reutilizable y que nos dé la generación de nuevos productos con estos materiales. Los jóvenes pueden hacer parte de ello y generar colecciones que inviten a pensar, dar ejemplo y motivar a otros a cuestionar sus hábitos. Por eso es importante hacer moda diferente.